- ¡Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano! - Yo soy Jehová, Dios de todo ser viviente, ¿acaso hay algo que sea difícil para mí?
- Bienaventurados seréis cuando por mi causa os insulten, os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
- De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
- Porque, si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
- El hombre que tiene amigos debe ser amistoso,
y amigos hay más unidos que un hermano. - Sáname, Jehová, y quedaré sano;
sálvame, y seré salvo,
porque tú eres mi alabanza. - Vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
- A Jehová he puesto siempre delante de mí;
porque está a mi diestra, no seré conmovido. - No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.
- Las riquezas de un hombre pueden ser el rescate de su vida,
pero el pobre no escucha amenazas. - Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
- Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que lo obedecen.
- Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndolos aún.
- Ahora, pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra.
- Habéis, pues, de serme santos, porque yo, Jehová, soy santo, y os he apartado de entre los pueblos para que seáis míos.
- Mas a todos los que lo recibieron,
a quienes creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. - Este Jesús es la piedra rechazada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
- Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, os aparten de sí, os insulten y desechen vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre.
- Todo lo que se mueve y vive os servirá de alimento, lo mismo que las legumbres y las plantas verdes. Os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.
- Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.
- Porque por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de él, ya que por medio de la Ley es el conocimiento del pecado.
- Porque seré propicio a sus injusticias,
y nunca más me acordaré de sus pecados ni de sus maldades. - Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros.
- Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta:
aunque vuestros pecados sean como la grana,
como la nieve serán emblanquecidos;
aunque sean rojos como el carmesí,
vendrán a ser como blanca lana.
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