- Pero yo sé que mi Redentor vive,
y que al fin se levantará sobre el polvo. - El que sufre es consolado por su compañero,
incluso aquel que abandona el temor del Omnipotente. - Nunca me separé del mandamiento de sus labios,
sino que guardé las palabras de su boca más que mi comida. - Mas él conoce mi camino:
si me prueba, saldré como el oro.
Mis pies han seguido sus pisadas;
permanecí en su camino, sin apartarme de él. - Él es el Todopoderoso, grande en poder, al cual no alcanzamos,
que a nadie oprime en juicio y en su gran justicia. - Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rasuró la cabeza; luego, postrado en tierra, adoró y dijo:
«Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo volveré allá.
Jehová dio y Jehová quitó:
¡Bendito sea el nombre de Jehová!» - Dijo Jehová a Satanás: —Todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
- Hice pacto con mis ojos,
¿cómo, pues, había yo de mirar a una virgen? - Bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige;
por tanto, no desprecies la reprensión del Todopoderoso. - Cuando Job hubo orado por sus amigos, Jehová le quitó la aflicción; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.
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