- Él les dijo: —Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
- Oyéndolo Jesús, le respondió: —No temas; cree solamente y será salva.
- Pero él dijo: —¡Antes bien, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la obedecen!
- No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.
- Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian; bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian.
- Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
- Pues nada hay imposible para Dios.
- El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca.
- Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
- Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.
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