- Porque mejor es tu misericordia que la vida;
Mis labios te alabarán.
Así te bendeciré en mi vida;
En tu nombre alzaré mis manos. - La esperanza que se demora es tormento del corazón;
Pero árbol de vida es el deseo cumplido. - Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
- Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
Porque con ellos me has vivificado. - Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.
- Examina la senda de tus pies,
Y todos tus caminos sean rectos. - Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
- Hay camino que al hombre le parece derecho;
Pero su fin es camino de muerte. - ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
- El que camina en integridad anda confiado;
Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado. - Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
- Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
- Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
- El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
- Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
- Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
- Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
- Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
- Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.
- El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
- Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
- Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
- No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.
- Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne.
- De Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y los que en él habitan.
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