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Ellos (3/4)

  • No sean como sus antepasados,
    a quienes les proclamaron
    los profetas de antaño
    que así dice el Señor Todopoderoso:
    ‘Vuélvanse de su mala conducta
    y de sus malas prácticas’.
    Porque ellos no me obedecieron
    ni me prestaron atención
    —afirma el Señor—.
  • Dichosos y santos los que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
  • Ya no sufrirán hambre ni sed.
    No los abatirá el sol ni ningún calor abrasador.
    Porque el Cordero que está en el trono los pastoreará
    y los guiará a fuentes de agua viva;
    y Dios les enjugará toda lágrima de sus ojos.
  • Así dice el Señor:
    «Deténganse en los caminos y miren;
    pregunten por los senderos antiguos.
    Pregunten por el buen camino,
    y no se aparten de él.
    Así hallarán el descanso anhelado.
    Pero ellos dijeron:
    “No lo seguiremos”.»
  • Haré que ellas y los alrededores de mi colina sean una fuente de bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno.
  • Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa.
  • Cuando no se ejecuta rápidamente la sentencia de un delito, el corazón del pueblo se llena de razones para hacer lo malo.
  • Ahora vamos rumbo a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen. Pero al tercer día resucitará.
  • Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.
  • Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: «¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!»
  • Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron.
  • Cuando ayunen, no pongan cara triste como hacen los hipócritas, que demudan sus rostros para mostrar que están ayunando. Les aseguro que estos ya han obtenido toda su recompensa.
  • Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.
  • Yo sé que nada hay mejor para el hombre que alegrarse y hacer el bien mientras viva; y sé también que es un don de Dios que el hombre coma o beba y disfrute de todos sus afanes.
  • Habrá allí una calzada
    que será llamada Camino de santidad.
    No viajarán por ella los impuros,
    ni transitarán por ella los necios;
    será solo para los que siguen el camino.
  • A los justos los guía su integridad;
    a los falsos los destruye su hipocresía.
  • Quien encubre su pecado jamás prospera;
    quien lo confiesa y lo deja halla perdón.
  • Si caen, el uno levanta al otro.
    ¡Ay del que cae
    y no tiene quien lo levante!
  • Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que había hecho.
  • Observa el día sábado, y conságraselo al Señor tu Dios, tal como él te lo ha ordenado. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero observa el séptimo día como día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu burro, ni ninguno de tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. De ese modo podrán descansar tu esclavo y tu esclava, lo mismo que tú.
  • A estos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.
  • Porque el Señor ama la justicia
    y no abandona a quienes le son fieles.
    El Señor los protegerá para siempre,
    pero acabará con la descendencia de los malvados.
  • El Señor le dijo a Moisés: «Sube a encontrarte conmigo en el monte, y quédate allí. Voy a darte las tablas con la ley y los mandamientos que he escrito para guiarlos en la vida».
  • Las costumbres de los pueblos
    no tienen valor alguno.
    Cortan un tronco en el bosque,
    y un artífice lo labra con un cincel.
    Lo adornan con oro y plata,
    y lo afirman con clavos y martillo
    para que no se tambalee.
    Sus ídolos no pueden hablar;
    ¡parecen espantapájaros
    en un campo sembrado de melones!
    Tienen que ser transportados,
    porque no pueden caminar.
    No les tengan miedo,
    que ningún mal pueden hacerles,
    pero tampoco ningún bien.
  • Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin.

Un sábado, al cruzar Jesús los sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar a su paso unas espigas de trigo. —Mira —le preguntaron los fariseos—, ¿por qué hacen ellos lo que está prohibido hacer en sábado? Él les contestó: —¿Nunca han leído lo que hizo David en aquella ocasión, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre y pasaron necesidad? Entró en la casa de Dios cuando Abiatar era el sumo sacerdote, y comió los panes consagrados a Dios, que solo a los sacerdotes les es permitido comer. Y dio también a sus compañeros. El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado —añadió—. Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado.
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Versículo de la Biblia del día

Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.

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Versículo de la Biblia al Azar

Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró.Siguiente versículo!Con imagen

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