- Que tu gran amor, Señor, nos acompañe,
tal como lo esperamos de ti. - El Señor es justo en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus obras. - Así es también la palabra que sale de mi boca:
No volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo deseo
y cumplirá con mis propósitos. - Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos;
¡tu verdad llega hasta el firmamento! - El camino del Señor es refugio de los justos
y ruina de los malhechores. - El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.
- Él es la Roca, sus obras son perfectas,
y todos sus caminos son justos.
Dios es fiel; no practica la injusticia.
Él es recto y justo. - Por mi parte, yo estoy a punto de ir por el camino que todo mortal transita. Ustedes bien saben que ninguna de las buenas promesas del Señor su Dios ha dejado de cumplirse al pie de la letra. Todas se han hecho realidad, pues él no ha faltado a ninguna de ellas.
- Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi protector.
¡Jamás habré de caer! - El Señor ama la justicia y el derecho;
llena está la tierra de su amor. - La suma de tus palabras es la verdad;
tus rectos juicios permanecen para siempre. - Vuélvanse a mí,
y yo me volveré a ustedes
—afirma el Señor Todopoderoso—. - En verdad, nada hace el Señor omnipotente
sin antes revelar sus designios
a sus siervos los profetas. - El insolente no tiene el alma recta,
pero el justo vivirá por su fe. - Dios no es un simple mortal
para mentir y cambiar de parecer.
¿Acaso no cumple lo que promete
ni lleva a cabo lo que dice? - No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes.
- Este mensaje es digno de crédito:
Si morimos con él,
también viviremos con él. - Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido.
- ¿Pues quién es Dios, si no el Señor?
¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? - Rásguense el corazón
y no las vestiduras.
Vuélvanse al Señor su Dios,
porque él es bondadoso y compasivo,
lento para la ira y lleno de amor,
cambia de parecer y no castiga. - Instrúyeme, Señor, en tu camino
para conducirme con fidelidad.
Dame integridad de corazón
para temer tu nombre. - El testigo verdadero jamás engaña;
el testigo falso propaga mentiras. - “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre”, y “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
- Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros antepasados; que nunca nos deje ni nos abandone.
- El Señor aborrece a los de labios mentirosos,
pero se complace en los que actúan con lealtad.