Hijo mío, presta atención a mis palabras,
inclina tu oído a mis razones;
que no se aparten de tus ojos,
guárdalas en medio de tu corazón.
inclina tu oído a mis razones;
que no se aparten de tus ojos,
guárdalas en medio de tu corazón.
Hijo mío, está atento a mis palabras;
Inclina tu oído a mis razones.
No se aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón.
Inclina tu oído a mis razones.
No se aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón.
Hijo mío, está atento a mis palabras;
inclina tu oído a mis razones.
Que no se aparten de tus ojos;
guárdalas en lo profundo de tu corazón.
inclina tu oído a mis razones.
Que no se aparten de tus ojos;
guárdalas en lo profundo de tu corazón.
Temas relacionados
Escucha
Esto sabéis, mis amados...
Palabra de Dios
Porque la palabra de...
Corazón
Con toda diligencia guarda...
Obediencia
Jesús respondió, y le...
Amor
El amor es paciente...
Esperanza
«Porque yo sé los...
Versículo de la Biblia del día
¿Qué Dios hay como tú, que perdona la iniquidady pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad?
No persistirá en su ira para siempre,
porque se complace en la misericordia.