- El necio desdeña la corrección de su padre;
el que la acepta demuestra prudencia. - No va bien con los necios el lenguaje refinado,
ni con los gobernantes, la mentira. - El que es sabio entiende estas cosas;
el que es inteligente las comprende.
Ciertamente son rectos los caminos del Señor:
en ellos caminan los justos,
mientras que allí tropiezan los rebeldes.