Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. | Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis. |
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. | Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. |
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El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. | El que da testimonio de estas cosas dice: «Ciertamente vengo en breve.» ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! |
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. | ¡Vengo pronto!, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. |
Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. | Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. |
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. | El fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios y velad en oración. |
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. | He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán por causa de él. Sí, amén. |
He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. | Vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. |
Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. | «Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin», dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. |
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. | Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales les dijeron: —Galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como lo habéis visto ir al cielo. |
Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. | Ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. |
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. | Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. |
Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. | Pero, amados, no ignoréis que, para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día. |
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. | Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. |
Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. | Así que, si os dicen: “Mirad, está en el desierto”, no salgáis; o “Mirad, está en los aposentos”, no lo creáis, porque igual que el relámpago sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre. |
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. | Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. |