De entre los que viven en el agua, estos podréis comer: todo lo que tiene aletas y escamas. Pero no comeréis lo que no tiene aletas y escama; os será inmundo.
Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.