- Desde antes que nacieran los montes
y que crearas la tierra y el mundo,
desde los tiempos antiguos
y hasta los tiempos postreros,
tú eres Dios. - ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
- El Señor reinará sobre toda la tierra. En aquel día el Señor será el único Dios, y su nombre será el único nombre.
- Pero el Señor cuida de los que le temen,
de los que esperan en su gran amor. - Si el Señor no edifica la casa,
en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Señor no cuida la ciudad,
en vano hacen guardia los vigilantes. - Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor.
- Dios nos bendecirá,
y le temerán todos los confines de la tierra. - Torre inexpugnable es el nombre del Señor;
a ella corren los justos y se ponen a salvo. - Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- ¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios!
¡Qué indescifrables sus juicios
e impenetrables sus caminos! - Mientras estaba aún hablando, apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escúchenlo!»
- Pero tú, Señor, reinas por siempre;
tu trono permanece eternamente. - Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús.
- Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que escogió por su heredad. - Pero yo soy el Señor tu Dios
desde que estabas en Egipto.
No conocerás a otro Dios fuera de mí,
ni a otro Salvador que no sea yo. - ¿Quién realizó esto? ¿Quién lo hizo posible?
¿Quién llamó a las generaciones desde el principio?
Yo, el Señor, soy el primero,
y seré el mismo hasta el fin. - De esta manera mostraré mi grandeza y mi santidad, y me daré a conocer ante muchas naciones. Entonces sabrán que yo soy el Señor.
- Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.
- El que obedece sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. ¿Cómo sabemos que él permanece en nosotros? Por el Espíritu que nos dio.
- Cual ciervo jadeante en busca del agua,
así te busca, oh Dios, todo mi ser. - ¿Quién es Dios, si no el Señor?
¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? - Dios no es un simple mortal
para mentir y cambiar de parecer.
¿Acaso no cumple lo que promete
ni lleva a cabo lo que dice? - Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.
- Los leoncillos se debilitan y tienen hambre,
pero a los que buscan al Señor nada les falta. - ¿Podrá el hombre hallar un escondite
donde yo no pueda encontrarlo?
—afirma el Señor—.
¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra?
—afirma el Señor—.
Versículo de la Biblia del día
Dios da un hogar a los desamparadosy libertad a los cautivos;
los rebeldes habitarán en el desierto.