Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.
Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.
Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo.
Temas relacionados
Salvación
Y en ningún otro...
Espíritu Santo
Porque el Señor es...
Renacimiento
De modo que si...
Misericordia
Acerquémonos, pues, confiadamente al...
Justicia
El que sigue la...
Bautismo
Pues todos sois hijos...