El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos. | El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos. |
Aun ahora —declara el Señor— volved a mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento. | Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. |
No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. | No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. |
La esperanza que se demora enferma el corazón, pero el deseo cumplido es árbol de vida. | La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de vida es el deseo cumplido. |
Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. | Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. |
Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del Señor permanecerá. | Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá. |
Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá? Yo, el Señor, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras. | Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. |
Y Él le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. | Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. |
Enséñame, oh Señor, tu camino; andaré en tu verdad; unifica mi corazón para que tema tu nombre. | Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre. |
Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al Señor. | Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová. |
Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío; tu ley está dentro de mi corazón. | El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón. |
Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás. | Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. |
Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos. | Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. |
Pero desde allí buscarás al Señor tu Dios, y lo hallarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma. | Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. |
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza. | Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. |
Esforzaos, y aliéntese vuestro corazón, todos vosotros que esperáis en el Señor. | Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón. |
Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre. | Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. |
Por tanto, debes comprender en tu corazón que el Señor tu Dios te estaba disciplinando así como un hombre disciplina a su hijo. | Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. |
Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo. | Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo. |
Ahora pues, quitad los dioses extranjeros que están en medio de vosotros, e inclinad vuestro corazón al Señor, Dios de Israel. | Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel. |
Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado. | Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado. |
Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se regocijará en tu salvación. Cantaré al Señor, porque me ha colmado de bienes. | Mas yo en tu misericordia he confiado; Mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová, Porque me ha hecho bien. |
Que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo. | Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. |
Hay engaño en el corazón de los que traman el mal, y gozo en los consejeros de paz. | Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; Pero alegría en el de los que piensan el bien. |
Por tanto, aparta de tu corazón la congoja y aleja el sufrimiento de tu cuerpo, porque la mocedad y la primavera de la vida son vanidad. | Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. |
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