Versículos de la Biblia sobre la Mente
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. | Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. |
Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. | Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. |
Y Él le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. | Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. |
El que adquiere cordura ama su alma; el que guarda la prudencia hallará el bien. | El que posee entendimiento ama su alma; El que guarda la inteligencia hallará el bien. |
Porque en la mucha sabiduría hay mucha angustia, y quien aumenta el conocimiento, aumenta el dolor. | Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor. |
El hombre prudente ve el mal y se esconde, los simples siguen adelante y pagan las consecuencias. | El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño. |
El hierro con hierro se afila, y un hombre aguza a otro. | Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo. |
Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento. | Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia. |
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en mansedumbre de sabiduría. | ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. |
Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca. | Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. |
Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio, cuando cierra los labios, por prudente. | Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido. |
Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno. | Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. |
Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa. | Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. |
Pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Jesucristo, y este crucificado. | Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. |
El necio rechaza la disciplina de su padre, mas el que acepta la reprensión es prudente. | El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente. |
Y que amarle con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y los sacrificios. | Y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. |
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