Protégeme, oh Dios, pues en ti me refugio. | Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. |
Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz. | Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. |
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Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre. | Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. |
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. | Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. |
Reconoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, el Dios fiel, que guarda su pacto y su misericordia hasta mil generaciones con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos. | Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones. |
Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás. | Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. |
Mirándolos Jesús, dijo: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios. | Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. |
Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. | Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. |
Y los que están en la carne no pueden agradar a Dios. | Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. |
Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer. | A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. |
Mas yo he sido el Señor tu Dios desde la tierra de Egipto; no reconocerás a otro dios fuera de mí, pues no hay más salvador que yo. | Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. |
A Dios nadie le ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se perfecciona en nosotros. | Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. |
Nuestro Dios está en los cielos; Él hace lo que le place. | Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. |
Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios. | Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. |
No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. | No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. |
Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua. | Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas. |
Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie. | Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie. |
¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios! | ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. |
Dios nos bendice, para que le teman todos los términos de la tierra. | Bendíganos Dios, Y témanlo todos los términos de la tierra. |
Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? | Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? |
En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él. | En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. |
En Dios solamente espera en silencio mi alma; de Él viene mi salvación. | En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación. |
He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es el que sostiene mi alma. | He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida. |
Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. | Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. |
Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros. | Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. |