¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro o espada? | ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? |
Guardad mis sábados y reverenciad mi santuario. Yo, Jehová. | Guardaréis mis días de reposo, y tendréis en reverencia mi santuario; yo soy el Señor. |
No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados a heredar bendición. | No devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición. |
Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero alrededor de su cintura, y su comida era langostas y miel silvestre. | Y él, Juan, tenía un vestido de pelo de camello y un cinto de cuero a la cintura; y su comida era de langostas y miel silvestre. |
La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los sencillos. | La exposición de tus palabras imparte luz; da entendimiento a los sencillos. |
Vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. | Vengo pronto; retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona. |
Llevad con vosotros palabras de súplica, volved a Jehová y decidle: «Quita toda iniquidad, acepta lo bueno, te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.» | Tomad con vosotros palabras, y volveos al Señor. Decidle: Quita toda iniquidad, y acéptanos bondadosamente, para que podamos presentar el fruto de nuestros labios. |
Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. | Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron. |
Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de descanso, santa convocación; ningún trabajo haréis. Es el día de descanso dedicado a Jehová dondequiera que habitéis. | Seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santa convocación en que no haréis trabajo alguno; es día de reposo al Señor dondequiera que habitéis. |
Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. | Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia. |
A ninguna viuda ni huérfano afligiréis, porque si tú llegas a afligirlos, y ellos claman a mí, ciertamente oiré yo su clamor, mi furor se encenderá y os mataré a espada; vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos. | A la viuda y al huérfano no afligiréis. Si lo afliges y él clama a mí, ciertamente yo escucharé su clamor, y se encenderá mi ira y os mataré a espada, y vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos. |
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. | Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas. |
Entonces seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy Jehová. | Y mostraré mi grandeza y santidad, y me daré a conocer a los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy el Señor. |
Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. | Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento. |
Si no conviene al necio el lenguaje elocuente, ¡cuánto menos al príncipe el labio mentiroso! | No convienen al necio las palabras elocuentes; mucho menos al príncipe los labios mentirosos. |
Pues en la mucha sabiduría hay mucho sufrimiento; y quien añade ciencia, añade dolor. | Porque en la mucha sabiduría hay mucha angustia, y quien aumenta el conocimiento, aumenta el dolor. |
Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. | Pero ahora Él ha obtenido un ministerio tanto mejor, por cuanto es también el mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. |
¡Vengo pronto!, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. | He aquí, yo vengo pronto, y mi recompensa está conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra. |
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. | Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió. |
Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. | Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar. |
Moisés estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan ni bebió agua. Y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos. | Y Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan ni bebió agua. Y escribió en las tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos. |
En la multitud de mis pensamientos íntimos, tus consolaciones alegraban mi alma. | Cuando mis inquietudes se multiplican dentro de mí, tus consuelos deleitan mi alma. |
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros lo tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios! | Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido. |
Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. | Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de mostrar hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. |
Porque satisfaré al alma cansada y saciaré a toda alma entristecida. | Porque yo he de satisfacer al alma cansada y he de saciar a toda alma atribulada. |
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