En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti. | En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. |
No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. | No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. |
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¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? | ¿Quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? |
¿Podrá el hombre hallar un escondite donde yo no pueda encontrarlo? —afirma el Señor—. ¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra? —afirma el Señor—. | ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos donde yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? |
Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. | Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. |
Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. | Así también la fe, si no tiene obras, está completamente muerta. |
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? | El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? |
No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. | No temáis a los que matan el cuerpo pero el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. |
Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. | Mas los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. |
¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? —le contestó Jesús. | Jesús le dijo: —¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? |
No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien. | No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. |
No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. | Pero él les dijo: —No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado. Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde lo pusieron. |
Mi enseñanza no es mía —replicó Jesús—, sino del que me envió. | Jesús les respondió y dijo: —Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. |
No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca. | No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. |
¡Vuelve, apóstata Israel! No te miraré con ira —afirma el Señor—. No te guardaré rencor para siempre, porque soy misericordioso —afirma el Señor—. | Vuélvete, rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová; no guardaré para siempre el enojo. |
Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes. | Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. |
¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él. | Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él. |
No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno. | No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. |
Pero vayan y aprendan qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores. | Id, pues, y aprended lo que significa: “Misericordia quiero y no sacrificios”, porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. |
Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. | Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe. |
Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra. | Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. |
Inclina mi corazón hacia tus estatutos y no hacia las ganancias desmedidas. | Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la avaricia. |
Reciban al que es débil en la fe, pero no para entrar en discusiones. | Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. |
El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal? | Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. |
No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan. | No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. |