Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. | Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. |
He visto asimismo que toda obra bien hecha despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu. | He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu. |
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. | Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. |
Luego dijo Jehová Dios: «El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre.» Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado. | Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. |
El Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. | Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. |
Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. | Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. |
Al contrario, vestíos del Señor Jesucristo y no satisfagáis los deseos de la carne. | Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. |
Porque las costumbres de los pueblos son vanidad: cortan un leño del bosque, luego lo labra el artífice con su cincel, con plata y oro lo adornan y con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva. Derechos están como una palmera, pero no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal ni tienen poder para hacer bien. | Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril. Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva. Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder. |
Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. | Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. |
No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados a heredar bendición. | No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. |
¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin el permiso de vuestro Padre. Pues bien, aun vuestros cabellos están todos contados. Así que no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. | ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. |
Mirad que ninguno pague a otro mal por mal, antes seguid siempre lo bueno unos para con otros y para con todos. | Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos. |
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. | El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. |
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. | Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. |
Cuando yo decía: «Mi pie resbala», tu misericordia, Jehová, me sostenía. | Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. |
Llevad con vosotros palabras de súplica, volved a Jehová y decidle: «Quita toda iniquidad, acepta lo bueno, te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.» | Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios. |
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría. | Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. |
Pero sea vuestro hablar: “Sí, sí” o “No, no” porque lo que es más de esto, de mal procede. | Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. |
Ahora, pues, dice Jehová, convertíos ahora a mí con todo vuestro corazón, con ayuno, llanto y lamento. | Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. |
Si no conviene al necio el lenguaje elocuente, ¡cuánto menos al príncipe el labio mentiroso! | No conviene al necio la altilocuencia; !!Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso! |
En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. | En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. |
El temor del hombre le pone trampas; el que confía en Jehová está a salvo. | El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado. |
Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. | Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. |
Examinadlo todo y retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal. | Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal. |
Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis la recompensa completa. | Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. |
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