Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre. | Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. |
Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy. | Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. |
Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. | Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. |
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. | El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. |
Y todos los días, en el Templo y por las casas, incesantemente, enseñaban y predicaban a Jesucristo. | Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo. |
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él. | El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. |
Dijo Dios: «Sea la luz.» Y fue la luz. | Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. |
Y les dijo: —Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. | Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. |
Busqué a Jehová, y él me oyó y me libró de todos mis temores. | Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. |
Este pobre clamó, y lo oyó Jehová y lo libró de todas sus angustias. | Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. |
Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia y nada podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. | Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. |
Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe, de tal manera que trasladara los montes, y no tengo amor, nada soy. | Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. |
Entonces seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy Jehová. | Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová. |
Jesús le dijo: —Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. | Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. |
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios en él. | Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. |
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. | Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. |
Antes que nacieran los montes y formaras la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. | Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. |
De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan. | De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. |
Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. | Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. |
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. | Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. |
Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová, vuestro Dios; porque es misericordioso y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y se duele del castigo. | Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. |
Confía en Jehová y haz el bien; habitarás en la tierra y te apacentarás de la verdad. | Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. |
Y cómo nada que fuera útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas. | Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas. |
La palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. | Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. |
Entonces comprenderás qué es justicia, juicio y equidad, y todo buen camino. | Entonces entenderás justicia, juicio Y equidad, y todo buen camino. |
Temas relacionados
Jesús
Entonces Jesús, mirándolos, dijo...
Evangelización
Porque así nos ha...
Amor
El amor es sufrido...
Dios
Jehová está en medio...
Seguir
Andad en todo el...
Palabra de Dios
La palabra de Dios...