Pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido. | Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. |
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. | Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. |
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Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo. | Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. |
Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia. | Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. |
Porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia, así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo. | Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. |
Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús. | Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús. |
Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que hay en Cristo Jesús. | Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. |
Porque Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree. | Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. |
Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. | Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. |
Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. | Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. |
Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. | Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. |
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. | Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. |
Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos. | Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución. |
Por tanto, aceptaos los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó para gloria de Dios. | Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. |
Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. | Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. |
Prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. | Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. |
Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y hacia la perseverancia de Cristo. | Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo. |
De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído. | De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. |
Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. | Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. |
No hago nula la gracia de Dios, porque si la justicia viene por medio de la ley, entonces Cristo murió en vano. | No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo. |
Porque a vosotros se os ha concedido por amor de Cristo, no solo creer en Él, sino también sufrir por Él. | Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él. |
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. | Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. |
Sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. | Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo. |
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor. | Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. |
Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo. | Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. |