No os hagáis dioses de plata ni dioses de oro para ponerlos junto a mí. | No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis. |
Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. | Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. |
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Acuérdate, Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas. De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones no te acuerdes. Conforme a tu misericordia acuérdate, Jehová, de mí, por tu bondad. | Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, Que son perpetuas. De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová. |
Pero de día mandará Jehová su misericordia y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. | Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida. |
Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. | Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. |
También José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David, para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. | Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. |
Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible adorno de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. | Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. |
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. | Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. |
Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. | El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. |
Y les dijo: —Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. | Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. |
Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. | Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. |
Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí. | Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí. |
Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. | Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. |
Sabed, pues, esto, hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que no pudisteis ser justificados por la Ley de Moisés, en él es justificado todo aquel que cree. | Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree. |
La ira de Jehová está contra los que hacen mal, para eliminar de la tierra la memoria de ellos. | La ira de Jehová contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la memoria de ellos. |
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva. | El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. |
Pues habéis renacido, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. | Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. |
El vencedor será vestido de vestiduras blancas, y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. | El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. |
Él, que es el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. | El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. |
Porque nada de lo que hay en el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida— proviene del Padre, sino del mundo. | Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. |
¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu rey vendrá a ti, justo y salvador, pero humilde, cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. | Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. |
Corona de los viejos son los nietos y honra de los hijos son sus padres. | Corona de los viejos son los nietos, Y la honra de los hijos, sus padres. |
La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu. | La lengua apacible es árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu. |
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. | Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. |
Ten piedad de mí, Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. ¡Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mi pecado! | Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. |