Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. | Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. |
Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. | Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es. Amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas. |
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¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. | ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios. |
El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. | En cuanto a Dios, perfecto es su camino y acrisolada la palabra de Jehová; escudo es a todos los que en él esperan. |
El que obedece sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. ¿Cómo sabemos que él permanece en nosotros? Por el Espíritu que nos dio. | El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. |
¡Levántate, Señor! ¡Levanta, oh Dios, tu brazo! ¡No te olvides de los indefensos! | ¡Levántate, Jehová Dios, alza tu mano! ¡No te olvides de los pobres! |
Y, por haberse mostrado temerosas de Dios, les concedió tener muchos hijos. | Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. |
El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. | El camino de Dios es perfecto y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en él esperan. |
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. | Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan. |
Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios —aclaró Jesús. | Él les dijo: —Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. |
Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida; tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas. | Tú encenderás mi lámpara; Jehová, mi Dios, alumbrará mis tinieblas. |
Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos, ¡tu gloria cubre toda la tierra! | ¡Exaltado seas, Dios, sobre los cielos! ¡Sobre toda la tierra sea tu gloria! |
Tú, oh Dios, nos has puesto a prueba; nos has purificado como a la plata. | Porque tú, Dios, nos probaste; nos purificaste como se purifica la plata. |
Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí. | El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu Ley está en medio de mi corazón. |
Cuando hagas un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque a Dios no le agradan los necios. Cumple tus votos. | Cuando a Dios hagas promesa, no tardes en cumplirla, porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. |
Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes”. | Jesús le dijo: —¡Suéltame!, porque aún no he subido a mi Padre; pero ve a mis hermanos y diles: “Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.” |
Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. | Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios. |
Ahora bien, no hace falta mediador si hay una sola parte, y sin embargo Dios es uno solo. | Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. |
El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido. | Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. |
Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. | Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. |
Tú, oh Dios, estás sobre los cielos, y tu gloria cubre toda la tierra. | Exaltado seas, Dios, sobre los cielos, y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria. |
También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna. | Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios y la vida eterna. |
A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. | Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. |
Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. | Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? |
Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios. | Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él. |