Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor ha amanecido sobre ti. | ¡Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti! |
Y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio. | El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio! |
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Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer. | A Dios nadie lo ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer. |
Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, armaos también vosotros con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado. | Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento, pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado. |
Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. | Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. |
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. | Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? |
El que cree en Él no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. | El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. |
Porque Él ha saciado al alma sedienta, y ha llenado de bienes al alma hambrienta. | Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta. |
Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. | Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. |
Él ha hecho todo apropiado a su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones; sin embargo, el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin. | Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin. |
A Dios nadie le ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se perfecciona en nosotros. | Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en nosotros. |
El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará. | El que halle su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. |
Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. | Y éste es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo. |
Si el mundo os odia, sabéis que me ha odiado a mí antes que a vosotros. | Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. |
Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios. Pues el que ha entrado a su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas. | Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios, porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. |
No temas, rebaño pequeño, porque vuestro Padre ha decidido daros el reino. | No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el Reino. |
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. | Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. |
En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. | En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. |
Cantad alabanzas al Señor, porque ha hecho cosas maravillosas; sea conocido esto por toda la tierra. | Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. |
Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. | Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios y la vida eterna. |
Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman. | Bienaventurado el hombre que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman. |
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino. | Jesús le dijo: —Vete, tu fe te ha salvado. Al instante recobró la vista, y seguía a Jesús por el camino. |
Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. | Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre «Admirable consejero», «Dios fuerte», «Padre eterno», «Príncipe de paz». |
Sino como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han entrado al corazón del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. | Antes bien, como está escrito: «Cosas que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman.» |
Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis en el que Él ha enviado. | Respondió Jesús y les dijo: —Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado. |