- Pues tendré misericordia de sus iniquidades,
y nunca más me acordaré de sus pecados. - Dad gracias al Señor, porque Él es bueno;
porque para siempre es su misericordia. - He aquí, los ojos del Señor están sobre los que le temen,
sobre los que esperan en su misericordia. - Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador,
abundante en misericordia para con todos los que te invocan. - No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da gloria,
por tu misericordia, por tu fidelidad. - Tú, oh Señor, no retengas tu compasión de mí;
tu misericordia y tu fidelidad me guarden continuamente. - Él que encubre sus pecados no prosperará,
mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia. - El Señor cumplirá su propósito en mí;
eterna, oh Señor, es tu misericordia;
no abandones las obras de tus manos. - De día mandará el Señor su misericordia,
y de noche su cántico estará conmigo;
elevaré una oración al Dios de mi vida. - Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor moraré por largos días. - Por la mañana hazme oír tu misericordia,
porque en ti confío;
enséñame el camino por el que debo andar,
pues a ti elevo mi alma. - Mas id, y aprended lo que significa: «Misericordia quiero y no sacrificio»; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
- Mas yo en tu misericordia he confiado;
mi corazón se regocijará en tu salvación.
Cantaré al Señor,
porque me ha colmado de bienes. - Porque tu misericordia es mejor que la vida,
mis labios te alabarán.
Así te bendeciré mientras viva,
en tu nombre alzaré mis manos. - Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
- Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.
- Pero yo cantaré de tu poder;
sí, gozoso cantaré por la mañana tu misericordia;
porque tú has sido mi baluarte,
y un refugio en el día de mi angustia. - El Señor te bendiga y te guarde;
el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti,
y tenga de ti misericordia;
el Señor alce sobre ti su rostro,
y te dé paz. - Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía.
- Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno.
¿Y qué es lo que demanda el Señor de ti,
sino solo practicar la justicia, amar la misericordia,
y andar humildemente con tu Dios? - Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones.
Lávame por completo de mi maldad,
y límpiame de mi pecado. - Reconoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, el Dios fiel, que guarda su pacto y su misericordia hasta mil generaciones con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos.
- ¿Qué Dios hay como tú, que perdona la iniquidad
y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad?
No persistirá en su ira para siempre,
porque se complace en la misericordia. - Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo.
- Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán,
pero mi misericordia no se apartará de ti,
y el pacto de mi paz no será quebrantado
—dice el Señor, que tiene compasión de ti.
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