Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, y todo su ejército por el aliento de su boca. | Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos; y todo el ejército de ellos, por el aliento de su boca. |
Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas. | Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. |
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Y conocerle a Él, el poder de su resurrección y la participación en sus padecimientos, llegando a ser como Él en su muerte. | Quiero conocerlo a él y el poder de su resurrección, y participar de sus padecimientos hasta llegar a ser semejante a él en su muerte. |
Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. | Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. |
Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre. | Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. |
Porque su ira es solo por un momento, pero su favor es por toda una vida; el llanto puede durar toda la noche, pero a la mañana vendrá el grito de alegría. | Porque por un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro y a la mañana vendrá la alegría. |
Y aquel día dirás: Dad gracias al Señor, invocad su nombre, haced conocer entre los pueblos sus obras, haced recordar que su nombre es enaltecido. | Y diréis en aquel día: «Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido.» |
Como salió del vientre de su madre, desnudo, así volverá, yéndose tal como vino; nada saca del fruto de su trabajo que pueda llevarse en la mano. | Desnudo salió del vientre de su madre y así volverá; se irá tal como vino, sin ningún provecho de su trabajo que llevarse en la mano. |
También esto procede del Señor de los ejércitos, que ha hecho maravilloso su consejo y grande su sabiduría. | ¡También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer su sabiduría! |
Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? | ¿De qué le servirá al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de su alma? |
El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza para su madre. | El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza de su madre. |
Pero que el hermano de condición humilde se gloríe en su alta posición, y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba. | El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; pero el que es rico, en su humillación, porque él pasará como la flor de la hierba. |
El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio la reprime. | El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio, al fin, la apacigua. |
El que edifica en los cielos sus altos aposentos, y sobre la tierra ha establecido su bóveda; el que llama a las aguas del mar y las derrama sobre la faz de la tierra: el Señor es su nombre. | Él edificó en el cielo su habitación y ha establecido su expansión sobre la tierra; él llama a las aguas del mar y sobre la faz de la tierra las derrama: Jehová es su nombre. |
El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz. | Jehová te bendiga y te guarde. Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz. |
Cantad a Dios, cantad alabanzas a su nombre; abrid paso al que cabalga por los desiertos, cuyo nombre es el Señor; regocijaos delante de Él. Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su santa morada. | Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; exaltad al que cabalga sobre los cielos. Jah es su nombre: ¡alegraos delante de él! Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada. |
Espero en el Señor; en Él espera mi alma, y en su palabra tengo mi esperanza. | Esperé yo en Jehová; esperó mi alma, en su palabra he esperado. |
Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? | Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? |
Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida. | Porque, si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. |
Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor remuneración por su trabajo. | Mejor son dos que uno, pues reciben mejor paga por su trabajo. |
Los labios del necio provocan contienda, y su boca llama a los golpes. | Los labios del necio provocan contienda; su boca, a los azotes llama. |
Pues no por su espada tomaron posesión de la tierra, ni su brazo los salvó, sino tu diestra y tu brazo, y la luz de tu presencia, porque te complaciste en ellos. | Pues no se apoderaron de la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos. |
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. | Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? |
Y el Señor Dios hizo vestiduras de piel para Adán y su mujer, y los vistió. | Y Jehová Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de pieles, y los vistió. |
¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando tu palabra. | ¿Con qué limpiará el joven su camino? ¡Con guardar tu palabra! |