Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. No es de sabios hacer tales preguntas. | No digas: ¿Por qué fueron los días pasados mejores que estos? Pues no es sabio que preguntes sobre esto. |
Cuando te vengan buenos tiempos, disfrútalos; pero, cuando te lleguen los malos, piensa que unos y otros son obra de Dios, y que el hombre nunca sabe con qué habrá de encontrarse después. | Alégrate en el día de la prosperidad, y en el día de la adversidad considera: Dios ha hecho tanto el uno como el otro para que el hombre no descubra nada que suceda después de él. |