Ellos dijeron: —Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa. | Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. |
Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. | Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. |
Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. | Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. |
Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: “Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.” | Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. |
Así que, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de consuelo. | Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. |
Pedro les dijo: —Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. | Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. |
Y todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo. | Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. |
Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran. | Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. |
Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre. | Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre. |
Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. | Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. |
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