Pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna. | Pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna. |
Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad. | Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. |