«Regresa, infiel Israel» —declara el Señor—, «no te miraré con ira, porque soy misericordioso» —declara el Señor—; «no guardaré rencor para siempre.» | ¡Vuelve, apóstata Israel! No te miraré con ira —afirma el Señor—. No te guardaré rencor para siempre, porque soy misericordioso —afirma el Señor—. |
Porque a vosotros se os ha concedido por amor de Cristo, no solo creer en Él, sino también sufrir por Él. | Porque a ustedes se les ha concedido no solo creer en Cristo, sino también sufrir por él. |