Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.
Temas relacionados
Honestidad
Hijitos míos, no amemos...
Verdad
El que anda en...
Trabajo
Y todo lo que...
Amor
El amor es sufrido...
Esperanza
Porque yo sé los...
Fe
Por tanto, os digo...