Versículos de la Biblia sobre 'Como'
- Como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.
- Goteará como la lluvia mi enseñanza;
Destilará como el rocío mi razonamiento;
Como la llovizna sobre la grama,
Y como las gotas sobre la hierba. - Pero corra el juicio como las aguas,
y la justicia como impetuoso arroyo. - Ponme como un sello sobre tu corazón,
como una marca sobre tu brazo;
Porque fuerte es como la muerte el amor;
Duros como el Seol los celos;
Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama. - Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
- No hay santo como Jehová;
Porque no hay ninguno fuera de ti,
Y no hay refugio como el Dios nuestro. - Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
- Como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.
- Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
- Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
- Porque mil años delante de tus ojos
Son como el día de ayer, que pasó,
Y como una de las vigilias de la noche. - Yo deshice como una nube tus rebeliones,
y como niebla tus pecados;
vuélvete a mí, porque yo te redimí. - Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía. - Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
- Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
- Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
- Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano.
- Porque tú nos probaste, oh Dios;
Nos ensayaste como se afina la plata. - Extendí mis manos a ti,
Mi alma a ti como la tierra sedienta. Selah - Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
- Hice pacto con mis ojos;
¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen? - Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
- Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.
- Como ciudad derribada y sin muro
Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda. - Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
- El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
- Y perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. - Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen. - Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
- Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
- Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
- Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
- Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
- Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.
- Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.
- Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
- Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
- Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;
Como con un escudo lo rodearás de tu favor. - ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?
Porque se harán alas
Como alas de águila, y volarán al cielo. - Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
- Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
- Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
- Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación.
- Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
- Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje.
- Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y penetran hasta las entrañas. - Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio.
- Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. - Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
- Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.
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