Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. Pero, amados, no ignoréis que, para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.Plan de lectura de la Biblia
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