8 de diciembre de 2025

No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno.

No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.

No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

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El Señor Dios es mi fortaleza;
Él ha hecho mis pies como los de las ciervas,
y por las alturas me hace caminar.

Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.

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