Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. | Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. |
El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. | El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. |
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Respondió Jesús y les dijo: —Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado. | Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. |
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. | Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. |
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo. | Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo. |
Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. | Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. |
Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. | Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. |
Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. | Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. |
Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. | Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. |
Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. | Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. |
Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: “Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.” | Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. |
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. | Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. |
El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley es el amor. | El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. |
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. | Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. |
El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio! | El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. |
Le respondió Jesús: —De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. | Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. |
Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo y se sentó a la diestra de Dios. | Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. |
Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. | Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. |
Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. | Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. |
No desecho la gracia de Dios, pues si por la Ley viniera la justicia, entonces en vano murió Cristo. | No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo. |
Para que, si es la voluntad de Dios, llegue con gozo a vosotros y pueda descansar entre vosotros. | Para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros. |
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios en él. | Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. |
Pues os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. | Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. |
Mas a todos los que lo recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. | Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. |
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. | Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. |