El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva. | El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. |
Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que lo temen. | Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. |
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Tú, Jehová, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearás de tu favor. | Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor. |
Como ciudad destruida y sin murallas es el hombre que no pone freno a su espíritu. | Como ciudad derribada y sin muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda. |
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. | Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. |
Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. | Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. |
Porque toda la Ley en esta sola palabra se cumple: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» | Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. |
Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. | Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. |
Porque en otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. | Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. |
Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a otros, así como lo estáis haciendo. | Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. |
Entonces Jesús les dijo otra vez: —¡Paz a vosotros! Como me envió el Padre, así también yo os envío. | Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. |
Desnudo salió del vientre de su madre y así volverá; se irá tal como vino, sin ningún provecho de su trabajo que llevarse en la mano. | Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. |
En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia. | En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia. |
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, Dios, el alma mía. | Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. |
Así como me envió el Padre viviente y yo vivo por el Padre, también el que me come vivirá por mí. | Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. |
Las palabras del chismoso son como bocados suaves que penetran hasta las entrañas. | Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entrañas. |
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. | Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. |
El segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento mayor que estos. | Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. |
Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; como un muro defensivo se las imagina. | Las riquezas del rico son su ciudad fortificada, Y como un muro alto en su imaginación. |
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma. | Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. |
¿Has de poner tus ojos en las riquezas, que son nada? De cierto se hacen alas como de águila, y vuelan al cielo. | ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo. |
Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él escogió como heredad para sí. | Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para sí. |
Cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos, como también sobre nosotros al principio. | Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio. |
Y al orar no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. | Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. |
Esté con nosotros Jehová, nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje. | Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje. |