Con mi boca clamé a Él, y ensalzado fue con mi lengua. | Clamé a él con mi boca; lo alabé con mi lengua. |
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza. | Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. |
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Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran. | Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. |
Y Él le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. | “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. |
Palabra fiel es esta: Que si morimos con Él, también viviremos con Él. | Este mensaje es digno de crédito: Si morimos con él, también viviremos con él. |
Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos. | Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. |
Respondiendo él, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. | Como respuesta el hombre citó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. |
Con el benigno te muestras benigno, con el íntegro te muestras íntegro. | Tú eres fiel con quien es fiel, e irreprochable con quien es irreprochable. |
Mejor es poco con justicia, que gran ganancia con injusticia. | Más vale tener poco con justicia que ganar mucho con injusticia. |
Todos estos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con los hermanos de Él. | Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María. |
Sed afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, daos preferencia unos a otros. | Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. |
Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. | Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. |
Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor. | Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. |
Todas vuestras cosas sean hechas con amor. | Hagan todo con amor. |
Mejor es lo poco con el temor del Señor, que gran tesoro y turbación con él. | Más vale tener poco, con temor del Señor, que muchas riquezas con grandes angustias. |
Y que amarle con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y los sacrificios. | Amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más importante que todos los holocaustos y sacrificios. |
Vete, come tu pan con gozo, y bebe tu vino con corazón alegre, porque Dios ya ha aprobado tus obras. | ¡Anda, come tu pan con alegría! ¡Bebe tu vino con buen ánimo, que Dios ya se ha agradado de tus obras! |
Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos; sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad. | En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios. |
Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros padres; que no nos deje ni nos abandone. | Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros antepasados; que nunca nos deje ni nos abandone. |
El hierro con hierro se afila, y un hombre aguza a otro. | El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre. |
Y que el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, como también nosotros lo hacemos para con vosotros. | Que el Señor los haga crecer para que se amen más y más unos a otros, y a todos, tal como nosotros los amamos a ustedes. |
Hice un pacto con mis ojos, ¿cómo podía entonces mirar a una virgen? | Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer. |
Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. | Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. |
La gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén. | Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén. |
Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre. | El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre. |