Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. | Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. |
Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa. | Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron. |
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Y caí al suelo, y oí una voz que me decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». | Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” |
Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron. | Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron. |
Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando su nombre. | Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando su nombre. |
Como a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los presos los escuchaban. | A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. |
Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él. | Pero, mientras mantenían a Pedro en la cárcel, la iglesia oraba constante y fervientemente a Dios por él. |
Cómo no rehuí declarar a vosotros nada que fuera útil, y de enseñaros públicamente y de casa en casa. | Ustedes saben que no he vacilado en predicarles todo lo que les fuera de provecho, sino que les he enseñado públicamente y en las casas. |
Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y predicar a Jesús como el Cristo. | Y día tras día, en el templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías. |
Este Jesús es la piedra desechada por vosotros los constructores, pero que ha venido a ser la piedra angular. | Jesucristo es “la piedra que desecharon ustedes los constructores, y que ha llegado a ser la piedra angular”. |
Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas. | Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas. |
Cuando comencé a hablar, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, tal como lo hizo sobre nosotros al principio. | Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo descendió sobre ellos tal como al principio descendió sobre nosotros. |
Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube le recibió y le ocultó de sus ojos. | Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista. |
Y nosotros somos testigos de estas cosas; y también el Espíritu Santo, el cual Dios ha dado a los que le obedecen. | Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen. |
Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración. | Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. |
De este dan testimonio todos los profetas, de que por su nombre, todo el que cree en Él recibe el perdón de los pecados. | De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que cree en él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados. |
Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, y todo su ejército por el aliento de su boca. | Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas. |
Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos. | De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos. |
¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros? | ¿Acaso puede alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros? |
Todos estos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con los hermanos de Él. | Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María. |
Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado. | Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado». |
Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan. | Pues bien, Dios pasó por alto aquellos tiempos de tal ignorancia, pero ahora manda a todos, en todas partes, que se arrepientan. |
Justo es el Señor en todos sus caminos, y bondadoso en todos sus hechos. | El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras. |
Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, así como algunos de vuestros mismos poetas han dicho: «Porque también nosotros somos linaje suyo». | “Puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos”. Como algunos de sus propios poetas griegos han dicho: “De él somos descendientes”. |
Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. | Exaltado por el poder de Dios, y habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, ha derramado esto que ustedes ahora ven y oyen. |