Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. | Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. |
Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra. | Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. |
Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla. | La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. |
No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres». | No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. |
Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. | De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. |
Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. | El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. |
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. | Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. |
¿Puede alguien caminar sobre las brasas sin quemarse los pies? | ¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen? |
Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos. | Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos. |
Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente. | Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. |
Señor, líbrame de los labios mentirosos y de las lenguas embusteras. | Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso, Y de la lengua fraudulenta. |
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. | Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. |
Reconoce debidamente a las viudas que de veras están desamparadas. | Honra a las viudas que en verdad lo son. |
Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él. | Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. |
Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron. | Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. |
Te alabaré, Señor, entre los pueblos; te cantaré salmos entre las naciones. | Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos; A ti cantaré salmos entre las naciones. |
Me regocijo en el camino de tus estatutos más que en todas las riquezas. | Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. |
Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. | Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. |
El odio es motivo de disensiones, pero el amor cubre todas las faltas. | El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas. |
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? | Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? |
Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. | Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. |
El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura? | ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? |
Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas. | Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. |
Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz, —dice el Señor, que de ti se compadece—. | Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti. |
¡Pero que fluya el derecho como las aguas, y la justicia como arroyo inagotable! | Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo. |