Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. | Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. |
La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la dominaron. | Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. |
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No os engañéis: «Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.» | No os dejéis engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres». |
No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. | Al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. |
Honra a las viudas que en verdad lo son. | Honra a las viudas que en verdad son viudas. |
Las palabras del chismoso son como bocados suaves que penetran hasta las entrañas. | Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos, y penetran hasta el fondo de las entrañas. |
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, Dios, el alma mía. | Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía. |
A los ricos de este mundo manda que no sean altivos ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. | A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. |
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. | En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que estas hará, porque yo voy al Padre. |
Las riquezas de vanidad disminuyen; el que recoge con mano laboriosa las aumenta. | La fortuna obtenida con fraude disminuye, pero el que la recoge con trabajo la aumenta. |
Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. El Padre y yo uno somos. | Y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno. |
Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. | Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. |
Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. | Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. |
El odio despierta rencillas, pero el amor cubre todas las faltas. | El odio suscita rencillas, pero el amor cubre todas las transgresiones. |
Pero corra el juicio como las aguas y la justicia como arroyo impetuoso. | Pero corra el juicio como las aguas y la justicia como corriente inagotable. |
El ayuno que yo escogí, ¿no es más bien desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y romper todo yugo? | ¿No es este el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo? |
Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; como un muro defensivo se las imagina. | La fortuna del rico es su ciudad fortificada, y como muralla alta en su imaginación. |
Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas, porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. | Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas; porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que ellos hacen en secreto. |
Todas las cosas me son lícitas, pero no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna. | Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna. |
Te alabaré, Jehová, entre los pueblos; a ti cantaré salmos entre las naciones. | Te alabaré entre los pueblos, Señor; te cantaré alabanzas entre las naciones. |
Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo librará Jehová. | Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el Señor. |
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y, sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? | Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas? |
Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. | Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron. |
Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. | Y sucedió que por haber las parteras temido a Dios, Él prosperó sus familias. |
Él edificó en el cielo su habitación y ha establecido su expansión sobre la tierra; él llama a las aguas del mar y sobre la faz de la tierra las derrama: Jehová es su nombre. | El que edifica en los cielos sus altos aposentos, y sobre la tierra ha establecido su bóveda; el que llama a las aguas del mar y las derrama sobre la faz de la tierra: el Señor es su nombre. |