Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. | Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. |
Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. | Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. |
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Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará. | Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. |
Aceptad al que es débil en la fe, pero no para juzgar sus opiniones. | Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. |
No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. | No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. |
El impío pide prestado y no paga, mas el justo es compasivo y da. | El impío toma prestado, y no paga; Mas el justo tiene misericordia, y da. |
Levántate, oh Señor; alza, oh Dios, tu mano. No te olvides de los pobres. | Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano; No te olvides de los pobres. |
No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo. | No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. |
Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno. | Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. |
Ahora bien, un mediador no es de una parte solamente, ya que Dios es uno solo. | Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. |
Señor, todo mi anhelo está delante de ti, y mi suspiro no te es oculto. | Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto. |
Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. | La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. |
Pues la Escritura dice: Todo el que cree en Él no será avergonzado. | Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. |
Mas yo he sido el Señor tu Dios desde la tierra de Egipto; no reconocerás a otro dios fuera de mí, pues no hay más salvador que yo. | Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. |
El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. | El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. |
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal. | No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal. |
Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. | Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. |
No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia. | No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. |
No odiarás a tu compatriota en tu corazón; podrás ciertamente reprender a tu prójimo, pero no incurrirás en pecado a causa de él. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el Señor. | No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová. |
Jesús entonces les respondió y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió. | Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. |
Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el Señor tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará. | Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. |
Si no escucháis, y si no decidís de corazón dar honor a mi nombre —dice el Señor de los ejércitos— enviaré sobre vosotros maldición, y maldeciré vuestras bendiciones; y en verdad, ya las he maldecido, porque no lo habéis decidido de corazón. | Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón. |
Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne. | Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. |
Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada. | Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva. |
He aquí el orgulloso: en él, su alma no es recta, mas el justo por su fe vivirá. | He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá. |