Dichosos los que van por caminos perfectos, los que andan conforme a la ley del Señor. | Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan en la Ley de Jehová. |
Dichosos los que guardan sus estatutos y de todo corazón lo buscan. | Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón lo buscan. |
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Te alabaré con integridad de corazón, cuando aprenda tus justos juicios. | Te alabaré con rectitud de corazón cuando aprenda tus justos juicios. |
¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra. | ¿Con qué limpiará el joven su camino? ¡Con guardar tu palabra! |
Yo te busco con todo el corazón; no dejes que me desvíe de tus mandamientos. | Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviar de tus mandamientos. |
En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti. | En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. |
Me regocijo en el camino de tus estatutos más que en todas las riquezas. | Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza. |
He optado por el camino de la fidelidad, he escogido tus juicios. | Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí. |
Inclina mi corazón hacia tus estatutos y no hacia las ganancias desmedidas. | Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la avaricia. |
Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos. | Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos. |
Me doy prisa, no tardo nada para cumplir tus mandamientos. | Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos. |
Jamás me olvidaré de tus preceptos, pues con ellos me has dado vida. | Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado. |
Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. | Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. |
Tus estatutos son mi herencia permanente; son el regocijo de mi corazón. | Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón. |
Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza. | Mi escondedero y mi escudo eres tú. En tu palabra he esperado. |
La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo. | La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los sencillos. |
Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad. | Ordena mis pasos con tu palabra y ninguna maldad se enseñoree de mí. |
La suma de tus palabras es la verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre. | La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia. |
Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar. | Mucha paz tienen los que aman tu Ley, y no hay para ellos tropiezo. |
Señor, líbrame de los labios mentirosos y de las lenguas embusteras. | ¡Libra mi alma, Jehová, del labio mentiroso y de la lengua fraudulenta! |
A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra. | Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. |
No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. | No dará tu pie al resbaladero ni se dormirá el que te guarda. |
El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. | Jehová te guardará de todo mal, él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. |
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, creador del cielo y de la tierra. | Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, que hizo el cielo y la tierra. |
Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. | Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. |