El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. | Y el segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” |
Porque, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene. | Porque si primero está la voluntad dispuesta, será aceptado según lo que uno tiene, no según lo que no tiene. |
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Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. | Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. |
El necio muestra en seguida su enojo, pero el prudente pasa por alto el insulto. | El necio, al punto da a conocer su ira, pero el prudente no hace caso de la injuria. |
La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre. | Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días. |
Porque Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras». | El cual pagará a cada uno conforme a sus obras. |
El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos. | El segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento mayor que estos. |
Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará. | Si alguno me sirve, sígame; y donde yo esté, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará. |
Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. | Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. |
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. | Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. |
Quien se conduce con integridad anda seguro; quien anda en malos pasos será descubierto. | El que camina en integridad anda confiado, pero el que pervierte sus caminos sufrirá quebranto. |
Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. | Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. |
Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido. | Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. |
Que tú, Señor, eres todo amor; que tú pagarás a cada uno según lo que merezcan sus obras. | Y tuya, Señor, es la misericordia, pues tú pagas a cada uno conforme a su obra. |
Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia. | Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. |
El Señor dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.» | Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. |
Yo les he dado a conocer quién eres, y seguiré haciéndolo, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo mismo esté en ellos. | Les he dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado esté en ellos y yo en ellos. |
Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras. | Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras. |
Puedes irte —le dijo Jesús—; tu fe te ha sanado. Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino. | Jesús le dijo: —Vete, tu fe te ha salvado. Al instante recobró la vista, y seguía a Jesús por el camino. |
Señor, tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos tus planes son fieles y seguros. | Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. |
Así dice el Señor: «Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, y no se aparten de él. Así hallarán el descanso anhelado. Pero ellos dijeron: “No lo seguiremos”.» | Así dijo Jehová: «Paraos en los caminos, mirad y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino. Andad por él y hallaréis descanso para vuestra alma.» Mas dijeron: «¡No andaremos!» |
Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo? «Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras». | Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? ¡Yo, Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras! |
Muchos serán purificados y perfeccionados, y quedarán limpios, pero los malvados seguirán en su maldad. Ninguno de ellos entenderá nada, pero los sabios lo entenderán todo. | Muchos serán limpios, emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá; pero los entendidos comprenderán. |
Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor. | Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. |
Solamente al Señor tu Dios debes seguir y rendir culto. Cumple sus mandamientos y obedécelo; sírvele y permanece fiel a él. | A Jehová, vuestro Dios, seguiréis y a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis y a él le seréis fieles. |