Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. | Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. |
Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes —afirma el Señor Todopoderoso—. | “Volveos a mí” —declara el Señor de los ejércitos— “y yo me volveré a vosotros” —dice el Señor de los ejércitos. |
Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes”. | Jesús le dijo: Suéltame porque todavía no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos, y diles: «Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios». |
Y a ustedes, ¿quién les va a hacer daño si se esfuerzan por hacer el bien? | ¿Y quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo bueno? |
Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y ustedes saldrán saltando como becerros recién alimentados. | Mas para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo. |
Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. | Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. |
Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. | Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra. |
Vuelvan a su sano juicio, como conviene, y dejen de pecar. En efecto, hay algunos de ustedes que no tienen conocimiento de Dios; para vergüenza de ustedes lo digo. | Sed sobrios, como conviene, y dejad de pecar; porque algunos no tienen conocimiento de Dios. Para vergüenza vuestra lo digo. |
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. | Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. |
Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí. | Si el mundo os odia, sabéis que me ha odiado a mí antes que a vosotros. |
Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. | Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar. |
Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás. | No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera entre vosotros llegar a ser grande, será vuestro servidor, y el que quiera entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo. |
¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan. | Os digo que no; al contrario, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. |
No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. | Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. |
Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque su fe se acrecienta cada vez más, y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los otros. | Siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe aumenta grandemente, y el amor de cada uno de vosotros hacia los demás abunda más y más. |
Pero, si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor. | Y si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién habéis de servir: si a los dioses que sirvieron vuestros padres, que estaban al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa, serviremos al Señor. |
Porque, si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. | Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros. |
Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios. | Por tanto, aceptaos los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó para gloria de Dios. |
Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes. | Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas. |
Voy a estar con ustedes un poco más de tiempo —afirmó Jesús—, y luego volveré al que me envió. | Entonces Jesús dijo: Por un poco más de tiempo estoy con vosotros; después voy al que me envió. |
Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—. | Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos —declara el Señor. |
Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios. | Seréis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual por medio de nosotros produce acción de gracias a Dios. |
Pero, si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas. | Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones. |
Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. | En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos. |
Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz. | Porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz. |
Versículo de la Biblia del día
Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.Versículo de la Biblia al Azar
Con el orgullo viene el oprobio;con la humildad, la sabiduría.Siguiente versículo!Con imagen