Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré. | Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo, y hasta vuestros años avanzados, yo os sostendré. Yo lo he hecho, y yo os cargaré; yo os sostendré, y yo os libraré. |
Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. | Porque yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu diestra, que te dice: «No temas, yo te ayudaré». |
|
En el día que temo, Yo en ti confío. | El día en que temo, yo en ti confío. |
Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. | Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya. |
¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? | ¿Podrá alguno esconderse en escondites de modo que yo no lo vea? —declara el Señor. ¿No lleno yo los cielos y la tierra? —declara el Señor. |
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. | Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne. |
Guardad, pues, mis mandamientos, y cumplidlos. Yo Jehová. | Así, pues, guardaréis mis mandamientos y los cumpliréis; yo soy el Señor. |
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. | En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que estas hará, porque yo voy al Padre. |
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. | Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. |
El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. | El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. |
Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. | Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. |
Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? | Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú que temes al hombre mortal, y al hijo del hombre que como hierba es tratado? |
Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo. | Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo. |
Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí. | He disipado como una densa nube tus transgresiones, y como espesa niebla tus pecados. Vuélvete a mí, porque yo te he redimido. |
Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré. | Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. |
Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. | Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado. |
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. | No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia. |
¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros. | ¿Quién lo ha hecho y lo ha realizado, llamando a las generaciones desde el principio? Yo, el Señor, soy el primero, y con los postreros soy. |
Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá. | Pero yo pondré mis ojos en el Señor, esperaré en el Dios de mi salvación; mi Dios me oirá. |
No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno. | No añadiréis nada a la palabra que yo os mando, ni quitaréis nada de ella, para que guardéis los mandamientos del Señor vuestro Dios que yo os mando. |
Guardad mis días de reposo, y tened en reverencia mi santuario. Yo Jehová. | Guardaréis mis días de reposo, y tendréis en reverencia mi santuario; yo soy el Señor. |
Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. | Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto. |
Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen? | Hice un pacto con mis ojos, ¿cómo podía entonces mirar a una virgen? |
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. | Estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra. |
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. | Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. |