El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre. | El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. |
Toda casa es hecha por alguien; pero el que hizo todas las cosas es Dios. | Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. |
Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. | Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. |
El que da testimonio de estas cosas dice: «Ciertamente vengo en breve.» ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! | El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. |
El que guarda el mandamiento guarda su vida, pero morirá el que menosprecia los caminos de Jehová. | El que guarda el mandamiento guarda su alma; Mas el que menosprecia sus caminos morirá. |
Todo aquel que comete pecado, infringe también la Ley, pues el pecado es infracción de la Ley. | Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. |
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. | Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. |
Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza. | Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. |
Así como me envió el Padre viviente y yo vivo por el Padre, también el que me come vivirá por mí. | Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. |
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. | Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. |
Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre. | Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. |
De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que lo envió. | De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. |
La esperanza que se demora es tormento del corazón; árbol de vida es el deseo cumplido. | La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de vida es el deseo cumplido. |
Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. | Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. |
El que anda con chismes revela el secreto; el de espíritu fiel lo guarda íntegro. | El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo. |
Respondió Jesús y les dijo: —Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado. | Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. |
Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. | Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. |
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva. | El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. |
«Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin», dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. | Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. |
Respondiendo, les decía: —El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. | Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. |
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. | Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. |
¿Quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? | ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? |
Yo soy la puerta: el que por mí entre será salvo; entrará y saldrá, y hallará pastos. | Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. |
Pero el ángel les dijo: —No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo. | Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo. |
El que tarda en airarse es grande de entendimiento; el impaciente de espíritu pone de manifiesto su necedad. | El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. |