No envidies al hombre injusto ni escojas ninguno de sus caminos. Porque Jehová abomina al perverso; su comunión íntima es con los justos. | No envidies a los violentos, ni optes por andar en sus caminos. Porque el Señor aborrece al perverso, pero al íntegro le brinda su amistad. |
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides de ella ni te apartes de las razones de mi boca. | Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no olvides mis palabras ni te apartes de ellas. |
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Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees, ¡adquiere inteligencia! | La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento. |
Escucha, hijo mío, recibe mis razones y se te multiplicarán los años de tu vida. | Escucha, hijo mío, acoge mis palabras, y los años de tu vida aumentarán. |
Por el camino de la sabiduría te he encaminado, por veredas derechas te he hecho andar. | Yo te guío por el camino de la sabiduría, te dirijo por sendas de rectitud. |
Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. Que no se aparten de tus ojos; guárdalas en lo profundo de tu corazón. | Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. |
Sobre toda cosa que guardes, guarda tu corazón, porque de él mana la vida. | Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. |
Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad de los labios. | Aleja de tu boca la perversidad; aparta de tus labios las palabras corruptas. |
Que tus ojos miren lo recto y que tus párpados se abran a lo que tienes delante. | Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti. |
Examina la senda que siguen tus pies y sean rectos todos tus caminos. | Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos. |
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal. | No te desvíes ni a diestra ni a siniestra; apártate de la maldad. |
Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre. | Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre. |
¿Andará el hombre sobre brasas sin que se quemen sus pies? | ¿Puede alguien caminar sobre las brasas sin quemarse los pies? |
El temor de Jehová es aborrecer el mal: yo aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa. | Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso. |
Porque el que me halle, hallará la vida y alcanzará el favor de Jehová. | En verdad, quien me encuentra halla la vida y recibe el favor del Señor. |
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. | El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor; conocer al Santo es tener discernimiento. |
El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza de su madre. | El hijo sabio es la alegría de su padre; el hijo necio es el pesar de su madre. |
Los tesoros de maldad no serán de provecho, mas la justicia libra de la muerte. | Las riquezas mal habidas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte. |
Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los malvados oculta violencia. | El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia. |
La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los malvados se pudrirá. | La memoria de los justos es una bendición, pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos. |
El de corazón sabio recibe los mandamientos, mas el de labios necios va a su ruina. | El de sabio corazón acata las órdenes, pero el necio y rezongón va camino al desastre. |
El que camina en integridad anda confiado, pero el que pervierte sus caminos sufrirá quebranto. | Quien se conduce con integridad anda seguro; quien anda en malos pasos será descubierto. |
El odio despierta rencillas, pero el amor cubre todas las faltas. | El odio es motivo de disensiones, pero el amor cubre todas las faltas. |
Guardar la instrucción es camino que lleva a la vida; el que rechaza la reprensión, yerra. | El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde. |
El de labios mentirosos encubre el odio; el que propaga la calumnia es un necio. | El de labios mentirosos disimula su odio, y el que propaga calumnias es un necio. |