He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso. | He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso. |
Temas relacionados
Castigo
Hijo mío, no rechaces...
Sufrimiento
Y después de que...
Bendición
El Señor te bendiga...
Amor
El amor es paciente...
Esperanza
«Porque yo sé los...
Fe
Por eso os digo...