El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. | Y aquel en quien se sembró la semilla entre espinos, este es el que oye la palabra, mas las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se queda sin fruto. |
Temas relacionados
Palabra de Dios
Porque la palabra de...
Preocupación
Por nada estéis afanosos...
Dinero
Sean vuestras costumbres sin...
Tentación
No os ha sobrevenido...
Frutos
Bendito el varón que...
Amor
El amor es sufrido...