Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. | Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. |
Gozándoos en la esperanza, perseverando en el sufrimiento, dedicados a la oración. | Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración. |
Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto. | No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. |
El cual pagará a cada uno conforme a sus obras. | El cual pagará a cada uno conforme a sus obras. |
Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén. | Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. |
Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza. | Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza. |
No seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. | En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. |
El amor sea sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno. | El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. |
Tened el mismo sentir unos con otros; no seáis altivos en vuestro pensar, sino condescendiendo con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. | Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. |
Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros. | Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. |
Temas relacionados
Pecado
¿O no sabéis que...
Fe
Por eso os digo...
Espíritu
Ahora bien, el Señor...
Ley
Y estas palabras que...
Amor
El amor es paciente...
Obediencia
Jesús respondió, y le...
Versículo de la Biblia del día
En cuanto a Dios, su camino es perfecto;acrisolada es la palabra del Señor;
Él es escudo a todos los que a Él se acogen.