Nadie busque su propio bien, sino el del otro. Que nadie busque sus propios intereses sino los del prójimo. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo con toda bendición espiritual
en los lugares celestiales en Cristo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.Siguiente versículo!Con imagen Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.Plan de lectura de la Biblia
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